Mitos de la motivación: ¡de dónde viene y cómo se queda!
Todos conocemos la sensación. Se acerca el nuevo año y retomamos nuestra rutina deportiva llenos de entusiasmo… ¡sólo para descubrir que nuestras intenciones decaen después de unos días! En este punto, puede que ya hayas gastado mucho dinero en equipamiento deportivo caro o que hayas llenado tus estantes con comida supuestamente sana que ni siquiera te gusta.
La motivación para ponerse en forma va y viene, pero ¿cómo te las arreglas para mantener tus objetivos y un estilo de vida saludable a largo plazo?
Hablamos con la científica deportiva, entrenadora mental y modelo de fitness @chrissi_joy para averiguar cómo puedes dominar tus demonios internos, mantenerte con tus entrenadores y hacer algo grande por ti mismo y por tu cuerpo…
3…2…1… ¡Vamos!
Mito 1 – Sólo la disciplina saciará sus ansias
Para estar realmente motivado a largo plazo, siempre recomiendo el enfoque de «quitar la presión y avanzar hacia la alegría». Si queremos construir rutinas duraderas, tenemos que divertirnos y hacer algo que asociemos con un sentimiento positivo.
Creo que nunca debemos luchar contra los demonios internos, sino hacer una especie de amistad con ellos. Sólo la idea de lo bien que nos sentimos después del entrenamiento a menudo ayuda a darte un empujón, y sabes que en el fondo ese entrenamiento se siente bien. ¡Y ese es exactamente el punto!
La motivación debe ser honesta. Imponer reglas estrictas puede funcionar por un tiempo, pero después de eso, ¡simplemente perdemos la motivación de nuevo!
Mito 2 – Sólo los atletas profesionales necesitan entrenamiento mental
El entrenamiento mental consiste en conectar en red nuevas neuronas en el cerebro, en otras palabras, en última instancia, cambiar la estructura de cómo pensamos. Nuestro cerebro y subconsciente no puede realmente distinguir la realidad de nuestra imaginación.
Por lo tanto, creamos un estado que sólo imaginamos al principio, pero que evoca ciertas emociones.
Así que podemos crear motivación a través de nuestra imaginación solamente – por ejemplo, teniendo nuestro objetivo en mente. Lo que podemos imaginar en detalle, también lo podemos lograr!
También es útil que nos hagamos las preguntas correctas. «¿Cómo es exactamente mi objetivo? ¿Por qué quiero lograr este objetivo? ¿Qué es exactamente diferente entonces? ¿Cuáles podrían ser los próximos 3 pasos para alcanzar esta meta?»
Así, la parte subconsciente y consciente de nosotros, como un motor de búsqueda, busca respuestas. Automáticamente nos enfocamos en el resultado general y en los pasos necesarios que conducen a él. Y eso nos motiva enormemente. 🙂
Mito 3 – Estar solo en lugar de estar juntos es más efectivo
El deporte en grupo puede ser súper motivador. Hay días en los que me encanta entrenar en grupo porque la energía colectiva me empuja y motiva. Otros días prefiero escuchar mi propia música y hacer lo mío.
Pero nos comprometemos de forma diferente cuando hacemos deporte con amigos o en un curso grupal registrado. Ambas estrategias son beneficiosas y la motivación depende de la variedad para mantener la alegría y el impulso.
Mito 4 – ¡Cada minuto cuenta!
Si tienes tiempo, la planificación efectiva es esencial. Por ejemplo, el entrenamiento a intervalos de alta intensidad es genial si quieres hacer ejercicio holístico en un corto período de tiempo. En general, es importante incorporar suficiente ejercicio en su vida cotidiana en las actividades diarias. Eso significa elegir las escaleras en lugar del ascensor, la bicicleta en lugar del coche o caminar en lugar del sofá.
Por ejemplo, mi rastreador de fitness me motiva a dar al menos 10.000 pasos cada día. No siempre tiene que ser un entrenamiento sudoroso, pero el movimiento general cuenta y el rastreador lo hace divertido.
Y no lo olvides, bailar con música alta es siempre un bálsamo para el alma 😉
Mito 5 – El que descansa, te oxida
Los descansos son importantes, tanto mental como espiritualmente. Debes construir conscientemente los descansos para la recuperación y la regeneración y no debes tener mala conciencia de ello.
Sólo te beneficiarás de tu entrenamiento en las fases de recuperación. Si conscientemente te tomas un tiempo libre y te permites descansar, te mantendrás motivado por más tiempo.
Después de una larga pausa en el entrenamiento, yo recomendaría empezar de nuevo SIN presión y fijarse objetivos realistas. Al lograr pequeños éxitos puedes estar orgulloso de ti mismo, así que tu motivación se mantendrá alta.
Si empiezas demasiado fuerte, puede que no empieces en absoluto. La presión siempre crea una contrapresión. La motivación sigue a la alegría. ¡Es tan simple como eso! Así que, ¡asegúrate de recompensarte después del entrenamiento!
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